Capítulo 20
Dejar de ser
Dejar de ser
Tercer día y tercera
entrega. No es fácil. Voy cumpliendo lo que me he propuesto pero el tiempo es
veloz y las ganas decaen. El día, bien. Uno de tantos, sin demasiados
sobresaltos. Ahora ya es de noche (las diez por si se están preguntando). Mi
hija Ángela llamó para decirme hasta mañana (duerme en casa de una amiga hoy).
Regresando me dieron una noticia que no alcanza a ser mala pero es preocupante
y decido darle tiempo mañana que es viernes. Es cansado actuar como si el mundo
se acabara cada noche. Pero intenso también. Estar siempre esperando algo que
no sé muy bien que es. Levantarse cada día con la idea de: Hagámoslo todo hoy.
Y mañana decir lo mismo pero desde otro enfoque, tal vez supliendo otros
cuerpos. No nos engañemos. Nadie quiere ser siempre su propia vida. Leemos
libros para jugar a ser otros durante un puñado de páginas, vemos películas y
empatizamos con el personaje: lloramos sus lágrimas y reímos desde dentro de
sus bocas. Y yo me pregunto ¿Por qué no volcar todo esto en la vida real?
¿Quién puede asegurarme que la vida es, en fin, “real” si me asombra más la
Natalie Portman de Closer que cualquier novia que haya tenido, si me estremece
más releer Trópico de Cáncer que escuchar a cualquier persona de mi entorno?
¿Por qué no jugar a vivir la vida de otros y matarlos mañana? Mañana viernes
seré tímido. El sábado un descarado. El domingo iré a misa aun sin simpatizar
con los que creen. El lunes me enamoraré perdidamente. El martes seré un infiel
en busca de sexo. El miércoles seré vegetariano y deportista. El jueves dormiré
todo el día. Y al viernes siguiente haré balance y no me arrepentiré de nada;
porque yo no soy ninguno de esos siete, ni aquellos mis mundos sino otros que
explotaron al final de cada noche (y cada sueño un bypass entre uno de esos
mundos y el siguiente). Que si, que estoy cansado de ser siempre el mismo. Creo
que va siendo hora de dejar de ser predecible para mi entorno.
No comments:
Post a Comment